jueves, 6 de agosto de 2009

Comentario sobre Albert Einstein

María Fernández C.I: 3 958 382
Doctorado UNERG Sección “C”

Albert Einstein, nació en Alemania de la cual emigró a Suiza debido a los sucesos políticos ocurridos en ésta durante el siglo XX. En Suiza, concretó su formación académica superando las limitaciones derivadas de su condición de extranjero en ese país. Finalmente, se residenció y se nacionalizó en Estados Unidos. Es indiscutible que Einstein provocó una revolución en el ámbito de la ciencia con la teoría de la relatividad, con la cual replanteó los conceptos de espacio y tiempo y los de materia y energía. Además, dedicó su vida entera al trabajo científico arduamente realizado en función de las interrogantes que se planteaba y afanosamente construía respuestas teóricas demostrables a sus interrogantes.
Luego, en 1905, Albert Einstein publicó tres artículos cruciales para el desarrollo de la física. En ellos se estudiaba la naturaleza cuántica de la luz, se describía el movimiento molecular y se introducía la teoría de la relatividad restringida. Einstein alcanzó la fama por reexaminar continuamente las suposiciones científicas tradicionales y alcanzar conclusiones a las que nadie había llegado antes. Así pues, obtuvo el premio nobel de física en 1921, por la explicación científica sobre el efecto fotoeléctrico y numerosas contribuciones a la física teórica.
Es oportuno precisar que la relevancia de sus teorías rápidamente lo convierte en un científico famoso; pero él no era amante de la fama y la autoridad, tenía un carácter pacifista. Su inclinación religiosa hacia el Judaísmo quizás por su ascendencia judía, son elementos presentes en su vida.
En este orden de ideas, después de haber realizado la revisión bibliográfica y observado los videos recomendados por el Dr. Jesús Leal, me llamó la atención el planteamiento relacionado con la crisis, en el cual textualmente dice Einstein:

"No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia, como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis, se supera a sí mismo sin quedar "superado".
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países, la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis, no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.
En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento."
Por tal motivo, considero importante esta teoría en la actualidad; ya que, todo el planeta se encuentra sumergido en una crisis económica global generada por el capitalismo, la cual amerita grandes desafíos para solucionarla e indudablemente que debe traer progresos una vez superada, puesto que, la misma crisis obligará a los países que la generaron a solucionarla.
Por otra parte, quienes transitamos el camino de hacer ciencia para construir conocimiento debemos tomar en cuenta esta reflexión: “no pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo”; es un pensamiento que se puede tener presente al realizar una indagación para escudriñar en la realidad, indagar las bibliografías relacionadas con nuestro objeto de investigación, desarrollar la creatividad en cuanto a las técnicas y métodos; es decir, no estar sujeto a una receta metodológica, sino que haciendo uso de la autonomía que debe tener el sujeto investigador, asumir el desafío que significa hacer ciencia teniendo conciencia de que se puede presentar una crisis en cualquier momento y que debemos tener las competencias para resolverla y continuar el camino sin pereza, no colocar en otras mentes la solución de situaciones problémicas en nuestro proceso de investigación.
Finalmente, agradezco al Dr. Leal esta asignación, me agradó y me sirvió para obtener conocimiento sobre Albert Einstein.
REFLEXIONES FILOSÓFICAS DONDE SE EVIDENCIA LA POSTURA PERSONAL SOBRE LA PRODUCCIÓN DOCTORAL Y EL FLAGELO DEL PLAGIO.

En los actuales momentos que vivimos los venezolanos y el mundo en general, de crecimiento, cambio social, político y económico de los países es necesario reflexionar sobre la producción de conocimientos, en Venezuela existen muchos programas de Doctorados con la finalidad de contribuir a la formación integral del ser humano fortaleciendo a su vez habilidades, destrezas, aptitudes y actitudes lo que lleva a la construcción de conocimientos útiles; esta producción doctoral consolida el proceso búsqueda de nuevos conocimientos educativos, en el que hacer investigativo creativo y original, sin embargo la creatividad y la originalidad se ve agredida o violentada con el flagelo del plagio que consiste copiar algo que no nos pertenece y lo hacemos pasar por nuestro, sin autorización de la persona que la creó o que tiene los derechos del documento u obra. El flagelo de plagio es un problema que siempre ha sido motivo de preocupación; según la historia este termino fue empleado por primera vez por el poeta Marcial (siglo I d.C.), en un principio la palabra "plagio" se refería al delito en el que infringía el secuestrador o ladrón de niños y esclavos. Se le atribuía a Marcial la creación del mismo, porque se quejaba en uno de sus escritos sus obras habían sido adaptadas por otro.
Por lo tanto, el plagio es un delito que se comete con mucha frecuencia y se evidencia en tesis de postgrados que parecen casi una copia textual de la original a pesar que existan leyes, los derechos de los pueblos y de autor que son necesarios para proteger todos los avances científicos. El Ministerio para el Poder Popular para la Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias como ente rector de las políticas que regulan este aspecto, manifiesta estar atento para evitar y



castigar el plagio; resulta difícil combatir este flagelo si no se toma conciencia individual y colectiva de la importancia de respetar el derecho de autor así como también tratar de ser original y creativo. Quizas el esmero de hacer más impactante la producción escrita se invade propiedad intelectual que no nos pertenece y lleva al delito del plagio, por lo que es necesario hacer una reflexión profunda al respecto y tratar de ser honesto es la forma que considero puede evitarse este gran problema.

LIVIA CAPOTE G. C.I 8.783.893
HACIA UNA VISION EMERGENTE DE LA PARTICIPACIÓN COMUNITARIA EN LA ESCUELA VENEZOLANA

Por: Camacaro, Heydys
Capote, Livia
Fernández, María
Hernández, Raiza
Landaeta, Xiomara


El concepto de participación, durante años, ha sido fundamentalmente una reivindicación de los sectores y actores subordinados y de los sectores progresistas. En el ámbito educativo, ha sido slogan del pensamiento y de las corrientes políticas y pedagógicas de avanzada. El discurso de la participación ha alimentado históricamente opciones comprometidas con el cambio político y social, la liberación y la equidad. Y aún cuando existe abundante investigación y producción intelectual sobre el tema, persiste en general una visión ingenua y voluntarista de dicha participación, sus condiciones, mecanismos y eficacia. Desde el nivel micro hasta el macro, se han acumulado muchas frustraciones y fracasos, mostrando la enorme complejidad que reviste la instauración de una cultura participativa en el seno de las instituciones. Tratándose de un concepto sujeto a diversas acepciones conceptuales, éste requiere ser sometido en cada caso concreto a la pregunta: Participación, ¿para qué? desprendiéndose así las preguntas y respuestas referidas a actores, roles, niveles y ámbitos de la participación, y a las condiciones necesarias para hacerla efectiva.
Puesto que, la educación es un derecho, un bien público, la participación en este ámbito remite a un nutrido conjunto de actores individuales y colectivos, espacios, niveles, dimensiones y alcances. Tradicionalmente la noción y la práctica de la participación en la educación han sido muy limitadas, persistiendo una fuerte delimitación de espacios, relaciones y roles. Hermetismo y autoritarismo han caracterizado tanto a la institución escolar como al sistema escolar y la política educativa. En los actuales momentos en todos los niveles educativos, existe un llamado a la participación comunitaria, se observan acciones con un marcado individualismo y escasa existencia de espacios para la toma de decisiones.
La escuela como tal, se mantuvo durante mucho tiempo como una caja negra, poco analizada en sus pautas, sus relaciones y su dinámica internas, y en esa medida ajena al tema mismo de la participación. Hoy, empieza apenas a reconocerse la complejidad de la micropolítica institucional de la escuela, cruzada por una lucha de poder y una lucha cultural entre estudiantes, docentes, administradores y padres de familia, tanto por el significado de la educación y de la escuela como por los recursos y los espacios.
Ahora bien, en ausencia de esta comprensión, la institución y la comunidad escolar aparecen como meros repositorios de directrices, y su falta de aplicación como problema de comprensión y de ejecución de lo normado. En la escuela, la participación comunitaria entendida como toma de decisiones es más bien excepcional, tanto a nivel micro como macro. La noción más extendida de participación es la que la asocia a acceso, asistencia o uso del servicio educativo. Existen a su vez, las comprensiones instrumentales: participar como ejecutar o gestionar un plan o una acción definidos por terceros, y contributivas: participar como dar: dinero, trabajo, tiempo, respuestas correctas, entre otras.
La participación comunitaria en la escuela, se abre con mayor facilidad hacia los aspectos administrativos. Los ámbitos de la práctica pedagógica y el currículo (el qué y el cómo se enseña, el qué y cómo se aprende) son palabras mayores, y se mantienen reservadas como ámbitos de especialistas, a los docentes en el nivel de la escuela y el aula de clase. Aunque es importante recalcar que tampoco los docentes tienen acceso a las grandes definiciones curriculares y pedagógicas que emanan de la administración central.
Para bien y para mal, el edificio educativo convencional se está resquebrajando, con aperturas, rupturas que implican redistribuciones de poder y emplazamientos a la cultura escolar convencional. En qué direcciones vayan finalmente orientándose estos cambios, a favor de qué proyecto político, social, y con qué resultados, dependerá en buena medida de la propia capacidad de la sociedad civil, de sus organizaciones, y principalmente de los sectores y actores que forman parte directa de la comunidad educativa, para participar en dicho reordenamiento.
No obstante sus años de vida, su importancia y su reiterada vigencia, la participación comunitaria ha permanecido más bien en el nivel de la normativa, poco analizada y raramente traducida en estrategia y en plan, lo que implicaría intervenciones coherentes y sostenidas en diversos planos: legislación, información, comunicación, consulta, educación, capacitación de los diversos actores, entre otros.
De esta manera, la participación comunitaria no se observa como tal, sino que se evidencia en algunos casos a manera de “trabajo voluntario o grupo de consulta”. Por lo que se ha encontrado, restringida a los aspectos administrativos, con escasa o nula apertura a la comprensión y el aporte en los aspectos vinculados a la enseñanza y el aprendizaje, los que verdaderamente importan y son el objetivo mismo de la educación, centrada en aspectos materiales y monetarios: cuotas, construcción, mano de obra, o bien entendida como asistencia a reuniones convocadas por la escuela, y pensada de manera unilateral: qué pueden hacer los padres de familia y la comunidad por la escuela y por los alumnos en tanto escolares, y no también a la inversa: qué puede hacer la escuela por los padres y la comunidad, que puede aprender de ellos. Por otra parte, es importante valorar el aporte que hacen padres y comunidad, empezando por el sacrificio y las expectativas que significan para los pobres enviar a sus hijos a la escuela, e incluyendo la vigilancia sobre las tareas escolares, la motivación hacia el estudio de los hijos y hacia el propio estudio, la asistencia a reuniones y actos, el trabajo voluntario, la participación en instancias organizadas por la escuela, y las contribuciones en especie y en dinero, que permanecen como los costos ocultos de la educación escolar.
En las escuela, la participación escolar no se ha institucionalizado como práctica cotidiana, lo que es producto, en gran parte, de acciones por parte de los actores que en ella interactúan, de carácter autoritario y verticalista, las cuales dificultan una nueva forma de hacer y construir una escuela que sea instrumento eficaz para la formación ciudadana). El sistema educativo, y las creencias que en torno al mismo predominan en nuestra sociedad, descansan sobre la idea de que las escuelas son espacios cerrados, apacibles, independientes, a modo de laboratorios donde todo se puede programar mediante la pedagogía por objetivos o competencias, prever mediante reglamentos, normas, modelando al alumnado bajo proposiciones y respuestas uniformes.
Pareciera, que todo funciona bajo la premisa de que la educación y la escuela son entidades aparte, que ahí es posible, mediante el enclaustramiento, segregarse por unas horas del resto de la sociedad, de su anomia y vorágine, de su mundanal ruido. Pero esta premisa es errónea: las escuelas se encuentran insertas en comunidades. Y lo que en estas últimas sucede, no deja de reflejarse y observarse en las primeras. Por las rendijas de las escuelas se cuelan el estrés de las grandes urbes, el ruido de las obras, los determinantes socioeconómicos del alumnado, sus diferencias culturales, las problemáticas familiares. Y así mismo en las comunidades se refleja el quehacer educativo a través de los alumnos y sus acciones, de las actividades extraescolares, de la puesta en práctica de proyectos comunes.
Es por esto, que dentro del hecho educativo se observa la necesidad de que la participación comunitaria se desarrolle en diversas dimensiones, que incluyan (a) la gestión y la toma de decisiones, (b) la organización para la equidad y la calidad, (c) el currículum y su manejo en el aula, y (d) el apoyo educativo en el hogar. Esto implica unos lineamientos, no sólo de cada institución escolar individualmente sino de la política educativa en su conjunto, destinados al trabajo continuado y sostenido con los padres y los agentes comunitarios para acercarlos a la comprensión de la cultura escolar, y, al revés, la instalación de dispositivos, también a nivel macro y micro, para acercar la política educativa y escolar a la comprensión de las visiones, necesidades y expectativas de las familias y las comunidades. Por consiguiente, se hace imprescindible el diseño de mecanismos que permitan a la población una más amplia permanente y decisoria participación, pues este objetivo está todavía por alcanzarse.
La escuela como espacio de relaciones, está hecho por y para las personas, pero para que esto sea realmente así deben construirse con las personas, con la totalidad de los agentes educativos de la sociedad. Además, no se puede obviar que los espacios se hacen educativos desde la convivencia, y por lo tanto deben poseen unas peculiaridades relacionadas con el proceso de socialización, la mediación cultural que proporcionan y el tipo de relaciones y lenguaje que se establecen en los mismos, ya que evidentemente un modelo educativo autoritario no va a tener las mismas repercusiones que uno basado en el diálogo y el consenso de las normas de convivencia. Y es que, la calidad de la educación se encuentra mediatizada por la calidad de las relaciones en los espacios en que la misma se desarrolla. Por lo tanto, la función educativa de la escuela requiere una comunidad de vida, de participación democrática, de búsqueda intelectual, de diálogo y aprendizaje compartido, de discusión abierta sobre la bondad y el sentido antropológico de los influjos inevitables del proceso de socialización.
Desde esta perspectiva, se requiere de una participación comunitaria que rompa las absurdas barreras artificiales entre la escuela y la sociedad. Un centro educativo flexible y abierto donde colaboran los miembros más activos de la comunidad para recrear la cultura, donde se aprende porque se vive, porque vivir democráticamente significa participar, construir cooperativamente alternativas a los problemas sociales e individuales, fomentar la iniciativa, integrar diferentes propuestas y tolerar la discrepancia.

jueves, 23 de julio de 2009

REFLEXIÓN SOBRE EL SISTEMA EDUCATIVO VENEZOLANO

REFLEXIÓN SOBRE EL SISTEMA EDUCATIVO VENEZOLANO
La educación se concibe como un proceso fundamental para el desarrollo integral de las personas que conforman familias, comunidades, pueblos y naciones. Es mediante la educación que se modela la conducta y se fijan los valores esenciales de la cultura, idiosincrasia, política y economía que los países y sus instituciones gubernamentales establecen como patrones acordes para su progreso.
En Venezuela se observan rasgos más definidos acerca del propósito que la legislación venezolana establece para la educación; entre ellos, desarrollar la personalidad, en sentido de identificar y promover los talentos individuales de cada ser humano, a fin de armonizarlos con el crecimiento colectivo de la sociedad, mediante el proceso educativo que conlleva a la integración de los ejes curriculares y programas de contenido educativo, con la meta de contribuir al desarrollo nacional.
Evidentemente, se observa que el perfil de la persona que se pretende formar, apunta a conformar una sociedad cuya base fundamental sea la familia y la valorización del trabajo. Aquí se da el lugar esencial a la familia, pues allí es donde se inicia y complementa verdaderamente el sistema educativo, si se tienen familias bien formadas, con valores nobles como la honestidad, la confianza, la sensatez, buena comunicación, entre otros, también se tendrán buenos profesionales, obreros, maestros, militares, técnicos, artistas, deportistas, entre otros.
Observamos que la educación también se plantea formar un individuo que posea características de relevancia universal o mundial, como es fomentar las relaciones pacificas entre las naciones, la conservación del medio ambiente, el cuidado de los recursos naturales no renovables. Además, fijar la visión geopolítica de integración regional con los países vecinos a quienes también llamamos países hermanos, buscando establecer vínculos de empatía y solidaridad que conlleven al progreso mutuo.
El sistema educativo venezolano está conformado por niveles y modalidades; en los niveles hallamos, educación inicial, primaria o básica, media-diversificada-profesional y la educación superior. Entre las modalidades que se ofrecen encontramos, educación especial, educación de adultos, educación a distancia, entre otros.
En cada una de estas fases, se encuentran los actores educativos, entiéndase por: estudiantes, profesores, maestros, directivos, administradores, personal de mantenimiento e infraestructura, también los padres y representantes, todos ellos componen el proceso educativo, son los responsables de dinamizarlo y contribuir al logro de los objetivos que se plantean alcanzar con la educación en Venezuela. Estos actores son importantes, la ausencia de alguno de ellos afecta por ende al resto de los actores y deprime el proceso educativo. Es el docente, profesor, maestro o facilitador, en quien recae la responsabilidad de conducir los procesos de enseñanza y aprendizaje de manera que los contenidos que debe transmitir sean captados en su mayor proporción por el estudiantado, esto va a depender del talento y la debida capacitación que se tenga para dispensar los conocimientos de modo que pueda cubrir las áreas fundamentales del proceso educativo, tocantes a los aspectos: cognoscitivos, emotivos o emocionales, y psicomotrices.
Por consiguiente, en la actualidad el sistema educativo venezolano se plantea, “la municipalización de la educación” en la fase de estudios superiores, con la meta de promover la especialización técnica y profesional, que permita atender los ejes de desarrollo diseñados por las políticas del estado Venezolano. Entre estas áreas tenemos, la educación ambiental, la comunicación social, asistencia médica y la formación de docentes capaces de comunicar una enseñanza acorde con la realidad y las necesidades autenticas de nuestro pueblo.
Venezuela se perfila para ser un país cuyas oportunidades de estudio en sus diversas fases, sean amplias y variadas de modo que se pueda brindar asistencia educativa a todos los niveles de la población, garantizando una formación cabal y precisa que forme un ciudadano consciente de los valores patrios, de la riqueza cultural y más aún de la importancia de preservar la integridad de núcleo familiar. Más que un docente eficiente que solamente maneje las corrientes teóricas de la educación, se requiere de un docente sensible atento al bienestar integral del grupo que le corresponde educar, ofreciendo una aplicación satisfactoria de los contenidos educacionales, de modo que sean aprendidos con eficacia.

María Fernández

viernes, 10 de julio de 2009

PENSAMIENTO

"Asi está Bolívar en el cielo de américa. Calzada aun las botas de campaña, el rostro ceñudo con el Inca al lado y el haz de banderas a los pies porque lo que él no hizo sin hacer está aún, porque Bolívar tiene mucho que hacer en América todavia".
José Martí